Una vez llegamos al pesquero, montado de cañas y demas bartulos para iniciar la jornada lo antes posible, y en poco mas de diez minutos ya estamos listos para dar cañazos.
La cosa empieza bien, primer lance con Lucky Craft Wander, y saco un pequeño robalo que me hace disfrutar de la sensacion de tener el puntero doblado, cosa que ultimamente se produce bastante poco. Casi a la par, Carlos ya tiene otro enganchado, esta vez con su fetiche Hart Reef Pencil. Al siguiente lance mas de lo mismo, y nos vemos envueltos en una rutina de sacar un robalo en cada lance. No eran grandes, pero la verdad que el simple hecho de tener picadas y poder clavarlos nos hacia pasarlo realmente bien.
Sabiamos que nuestro amigo Laure, estaba al llegar. Queriamos que tambien disfrutara de la pequeña fiesta que teniamos montada. Asi pues, en cuanto llego, nos vio con sendos robalitos enganchados, e inmediatamente se animo, monto la caña, y no tardo nada en sacar sus primeros robalos. La verdad que estabamos disfrutando de lo lindo, a pesar de que los robalos no eran de gran porte, y todos ellos fueron devueltos al agua. Destacar que casi todos ellos eran machos, y se observaba claramente una delgadez propia de la epoca de freza en la que nos encontramos aun inmersos.
Era algo increible, porque probe alrededor de 25 señuelos diferentes, y todos ellos pescaron al menos un robalo cada uno, algo que tambien le ocurrio a mis dos amigos Carlos y Laure con sus respectivos señuelos. Despues de esto tengo claro, que todos los señuelos pescan, siempre y cuando haya peces y evidentemente esten por comer.
Sobre las 5:00 de la mañana, recibimos llamada del amigo Victor, asi que decidimos cambiar de sitio para intentar sacar alguna pieza de buen porte. Se empieza a ver actividad en el nuevo lugar que nos encontramos, salen algunas bailas casi kileras, e incluso alguna que otra oblada que el amigo Carlos tiene la habilidad de engañar. A pesar de esto, los peces deciden dejar de picar bastante pronto, y finalmente nos vemos envueltos en una tertulia pesquera compartiendo risas y buenos momentos.
Esta claro, que la jornada fue increible, pero quizas nos falto sacar una pieza de buen tamaño, algo que por mucho que insistimos no tuvimos la suerte de poder hacer. A pesar de todo nos los pasamos genial, y si hay algo que me gusta ademas de pescar, es hacerlo al lado de buenos amigos como Carlos, Laure y Victor.
Espero que en la proxima, tengamos solo la mitad de las picadas que tuvimos hoy, y si es posible, que amigos como Paco, Jose Ignacio y David puedan disfrutar tambien de momentos como nosotros tuvimos esta noche.
Nos vemos por la piedras, jejejeje.